La clase elegida para implantar esta
experiencia es la de 2º de primaria.
Son 9 chicas y 16 chicos lo que imprime un gran movimiento y falta de sosiego a menudo.
Esta misma condición hace que sean entusiastas, participativos, creativos y
alegres.
Es un grupo potente, con ganas de hacer cosas, dispuestos
a la tarea, sea del tipo que sea, son
trabajadores y, una vez metidos en harina, trabajan bien.
Las estrategias de
trabajo cooperativo, sin duda, nos van a ayudar a incorporar hábitos de escucha
y diálogo, elementos imprescindibles para llegar a acuerdos y tomar decisiones,
para generar una buena convivencia y realizar un buen trabajo.
Se agruparán por parejas de cuatro y los grupos serán
heterogéneos. En mi experiencia, las agrupaciones homogéneas,
generalmente, son menos colaborativas y más competitivas.
Al ser 25 alumn@s en clase, una de las parejas será un
trío.
Los criterios de agrupación observarán
-
Distintos grados de destreza frente a la
tarea para favorecer el aprendizaje entre pares.
-
Compatibilidad de caracteres ya que ciertas
asociaciones pueden ser explosivas llegando a dificultar el desempeño del
trabajo.
-
Ser de distinto sexo. Es necesario en esta
clase ya que la conexión entre chicos y chicas no ha llegado a producirse de
forma efectiva y permanente.
Los grupos se mantendrán mientras dure el proyecto para el cual se han creado. En nuestra escuela trabajamos habitualmente por proyectos y cada uno tiene una duración diferente.
La ubicación y disposición en el aula,
será a elección de cada equipo teniendo en cuenta el interferir lo menos
posible con otros grupos y pudiendo elegir ocupar cualquier otro espacio
disponible fuera del aula.
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